El teatro es una disciplina
maravillosa. En serio. Recomiendo a todo el mundo, repito, a todo el mundo,
animarse a hacer teatro alguna vez en su vida. Es útil por un montón de
razones:
- ayuda a perder la
vergüenza o el miedo escénico
- ayuda a mantener la
concentración
- ayuda a mejorar la memoria
- y enseña a hablar
correctamente.
Habéis leído bien. En
general, hablamos bastante mal, sin vocalizar, forzando la garganta, respirando
mal...
Así que tenemos que volver a
aprender a hablar. ¿Cómo?
Pues para poder hablar
durante tres horas (en una clase, en una charla, en una obra de teatro, en una
reunión de empresa, en la venta de un producto), y no quedarnos afónicos o sin
energías, debemos tener en cuenta:
1º Relajación: haciendo unos
sencillos ejercicios para descansar los músculos, sobre todo el cuello y los
hombros. El cuerpo se tiene que mover sin tensiones, de manera fluida. Sobre
todo, déjate llevar. Para conseguir una buena relajación es muy importante la
postura que adoptemos. A algunos os parecerá incómoda al principio, pero el
cuerpo se acostumbra y es mucho mejor para respirar que cualquier postura que
puedas adoptar: culo y barriga para adentro y rodillas un poco flexionadas.
2º Para hablar, vamos a usar
mucho la boca ¿no? Así que vamos a ejercitarla: gesticulando, masajeando la
mandíbula, moviendo la lengua en todas direcciones. Te parecerás ridículo pero
viene muy bien, no dejes de hacerlo.
3º Respiración: intercostal
(saca tus costillas como un gallipato) y costo-abdominal (hincha tu barriga.
Puedes hacer como pedorretas con la boca para aprender a respirar desde la
barriga). Tienes que aprender a disociar tu cuerpo, por respirar no tienes que
mover los hombros, igual que si metes la barriga no tienes que sacar el culo.
4º Y todavía no hemos
empezado a hablar. Ahora tendrás que hacer hueco en la pared de la faringe, con
la sonrisa interna (como si te aguantaras una carcajada), bostezando y haciendo
la grieta y resonando la boca.
5º Ahora ya estamos listos
para empezar a hablar. Si quieres que te salga un tono más agudo al tuyo,
suelta menos aire cuando hables, hazlo con una sonrisa en la boca. Ya verás qué
cambio. Si lo que quieres es que sea un tono más grave, suelta más aire al
hablar, y parecerás triste, o enfadado. Esta es una manera de utilizar el aire
para transmitir emociones.
6º Dicción: y por último la
vocalización, la pronunciación de todas las letras.
Y algunos consejos que nos
dio Rosa Izquierdo en su clase de voz fueron:
- hidratar mucho (bebiendo
agua)
- no carraspear/forzar la
garganta
Con todos estos consejos,
podemos mejorar nuestros discursos y no hacernos daño en la garganta.
Espero
que os sirva.
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