miércoles, 23 de octubre de 2013

Súbete a la máquina del tiempo


El martes 22 de octubre ofrecimos nuestra primera ruta teatralizada urbana para los colegios de la ciudad de Valencia, que se ofertan a través de los proyectos educativos del Ayuntamiento de Valencia por la Caja Mediterráneo - Obra social. 

Vinieron 15 alumnos de 3º y 4º de primaria del colegio Ballester Fandos (en el distrito marítimo).

Desde el principio hasta el fin los niños estuvieron muy involucrados, interesándose por la historia que les estábamos contando.


Margarita había viajado en el tiempo desde el año 1548 para encontrar la cura de los gusanos de seda.

Macario había viajado en el tiempo desde el año 1930 para ayudar a Margarita.

Así que después de visitar la Llotgeta, la Llotja y el Mercado Central, Macario y Margarita, por fin, se encontraron. Los alumnos estaban impacientes por saber el desenlace de la historia. Colaboraron todo el tiempo con su participación en juegos y pruebas y las profesoras poniendo orden en algunos momentos de desmadre.

Durante el tiempo que Margarita estuvo en la zona de la pescadería del Mercado Central, esperando para encontrarse con los alumnos, tuvo tiempo de revolucionar tanto a tenderos como a clientes que se preguntaban qué hacía una niña de otra época en el mercado.

Además, Macario y Margarita pudieron comprobar cómo los niños disfrutaban con la ruta. Hablando entre ellas, una niña le dijo a otra: ¡Yo estoy aprendiendo un montón de cosas!

Así que podemos decir que el primer día de nuestra actividad en la Llotgeta fue todo un éxito a pesar del poco tiempo (con una hora y media menos de lo que pensábamos) y a pesar de los nervios del estreno.

Esperemos que las siguientes rutas teatralizadas sean, incluso mejores.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Itinerario emprendedor de la ciudad de valencia


Cuando te metes de cabeza en el maravilloso e intricado mundo de los emprendedores, todo tu cuerpo empieza a dar vueltas y a perderse en concursos, premios y convocatorias y es dificilísimo salir.

Esto nos ha pasado a Calderona Viva de un tiempo a esta parte.

Todo empezó con el premio de emprendedores verdes de la Fundación Bancaja. Ganamos el 2º premio y nos crecimos. Así que cuando salió la convocatoria del Itinerario emprendedor allá por mayo, no lo dudamos. Entregamos nuestra idea de negocio. Y de los más de 90 participantes, escogieron a 30 ganadores, entre los que nos encontrábamos.

Después de ir todo el mes de junio y la mitad de julio a las clases del CEEI, donde nos explicaron muy bien cómo hacer el plan de empresa, teníamos que hacerlo. Dedicamos muchas horas a pensar las líneas de negocio, precios para nuestros servicios, actividades que podíamos ofertar, logística... Finalmente, a principios  de septiembre, lo entregamos e CD. Pero ahí no acabó la cosa. Teníamos que preparar una presentación, que durara 3 minutos, para convencerles de que el nuestro es el mejor plan. Y luego teníamos otros 2 minutos de preguntas. Le lunes 23 de septiembre, Calderona viva cogió el vestuario de sus rutas y un portátil con sonidos de pajaritos y se fue a vender su empresa al Ayuntamiento de Valencia.

Cuando llegamos al lugar de la presentación, con prisas, porque pensábamos que llegábamos tarde, nos dimos cuenta que se nos había olvidado el toque “natural” de la charla y no daba tiempo a ir a buscarlo. Así que con un poco de rabia por el despiste, fue nuestro primer turno.
La presentación estuvo muy ajustada al tiempo, les mostramos nuestro vestuario en cada una de las rutas que tenemos preparadas y fotografías de las actividades que hemos realizado en Ventamina. De vez en cuando se reían y al final hicieron un par de preguntas muy lógicas que contestamos sin problemas.

Y como se nos había olvidado el toque mágico, volvimos a por él. Al acabar las entrevistas el jurado nos permitió entrar de nuevo en la sala para entregarles, con nuestra cesta de esparto y el kalathos de Imilce, las bolsitas de tela con plantas aromáticas, la tarjeta de Calderona Viva y uno de nuestros trípticos.

Seguro que el jurado no se olvida de nosotros tan fácilmente.

Y como conclusión... ¡Lo conseguimos! ¡Hemos sido becados por el itinerario emprendedor!


martes, 8 de octubre de 2013

Kelin


Kelin no llama la atención. No tiene una torre (Puntal dels Llops), ni es un poblado excavado enorme (Bastida de les Alcusses) ni tiene un muro larguísimo (Castillejo de la Muela). Si entras por la puerta un día cualquiera, probablemente te parezca soso, poca cosa. Pero la jornada de puertas abiertas, transforma la ciudad.
La mañana del 6 de octubre se realizó una ruta dramatizada donde se mostraban los usos que se les daba a las plantas en aquella época.

¿Conoces la saponaria?

Se usaba para lavar la lana antes de tintarla, con agua tibia, para que no se apelmace. Después de lavarla, utiizaban una gran cantidad de tintes naturales:

- raíz de rubia para el rojo
- flores de caléndula y genista para el amarillo
- hojas de hiedra para el verde
- piel de granada para el marrón clarito
- frutos de espino para el negro
- índigo para el azul oscuro
- pétalos de malva para el morado

Para fijar los colores se usaban “orines de niño varón” o vinagre y óxidos de hierro.

Aunque los tejidos usados no eran sólo de lana, también utilizaban el lino, e incluso el cáñamo, aunque es algo más áspero.

¿Y cómo hacían las cuerdas?

Utilizaban una planta de zonas muy secas, común en nuestras tierras, el esparto. Es sencillo. Se cogen las tiras de esparto del monte, se ponen a remojo, para curarlas y luego se machacan con un mazo. Y en ese momento, ya es más sencillo tejerlas o trenzarlas.

¿Y los tejados de las casas eran como ahora?

Pues no, estaban formados por un entramado de pino (o almendro, chopo, olmo) con romero (o brezo, junco, carrizo) formando un armazón que se completaba con una capa de barro.

¿Y qué bebían los íberos?

Efectivamente, bebían cerveza, que les daba energía y en las grandes ocasiones, vino fermentado rápidamente. Podían tener un lagar portátil para la vendimia o uno hecho de obra, bien ventilado. Y pisaban la uva. El mosto caía y se recogía en un cuenco desde dónde se pasaba al ánfora. Al vino se le añadía saúco para darle más color rojizo. Y bebían vino con miel, caliente, y como era muy fuerte, dependiendo de la cuestión que trataran en la reunión, ponían en su bebida más partes de agua o más de vino.

¿Y qué comían?

Pues su mesa estaba repleta de una gran variedad de alimentos: cereales como el trigo, la espelta, el mijo, la cebada; legumbres como las almortas, lentejas, garbanzos, guisantes, habas, altramuces; frutos como las ciruelas, los higos, las granadas, las nueces, las avellanas, las almendras, las uvas, el membrillo....
Para moler la harina utilizaban el molino rotatorio y comían pan, tortas y galletas. Y para conservar los alimentos, usaban sal de algunas salinas cercanas, además de laurel e hinojo para condimentar.

¿Y cómo se curaban?

Porque lo íberos también tenían enfermedades... Usaban gran cantidad de hierbas curativas:

- lavanda, para desinfectar, aspirando el humo que producía
- infusión de saúco para el constipado
- amapola y corteza de sauce para aliviar los dolores
- hojas de hiedra para calmar la inflamación de los golpes
- corteza de nogal para la diarrea
- y madroño contra el estreñimiento
- y si estabas nervioso, con una infusión de tila y amapola, dormías de maravilla.

Ya veis que los íberos no eran tan diferentes a nosotros...

jueves, 3 de octubre de 2013

Otros trabajos menos creativos: las transcripciones


Existe un trabajo que Calderona Viva realiza y no ha contado hasta ahora a su público.

Existe un lugar en España donde los Ingenieros Técnicos Forestales y los Ingenieros de Montes todavía trabajan en temas relacionados con lo que han estudiado. Será por el tipo de política forestal que han seguido hasta ahora, será por el tipo de propietarios que tienen, será por su forma de ser más asociativa... la cuestión es que Catalunya mueve el sector forestal.

Una de las razones es la existencia en Solsona de un lugar mágico donde el forestal sí tiene cabida: el Centre Tecnològic Forestal de Catalunya (CTFC). Para el CTFC trabaja mi amiga Elena Górriz, valenciana que tuvo que emigrar para poder trabajar en lo que le gusta cuando todavía no estábamos en crisis.

Elena está llevando a cabo, desde hace una temporada, dos proyectos europeos muy interesantes. El primero, NEWFOREST, en el que entrevista a muchos propietarios forestales a lo largo y ancho de toda Catalunya y les hace preguntas muy diversas. Al principio, hablan de cuestiones relacionadas con su bosque, superficie, tipo de vegetación, problemas que tienen. Después, les pregunta su opinión sobre ciertos aspectos de las políticas forestales y sobre algunas iniciativas, como el pago por la recogida de setas, por ejemplo. Ya veis que algunas preguntas son algo comprometidas, pero Elena sabe cómo formularlas para que todos los propietarios contesten de una manera u otra. ¿Y por qué lo sé? Porque el trabajo de Calderona Viva consiste en transcribir esas entrevistas en el ordenador, escuchando su grabación. La primera entrevista que trascribimos fue horrorosa, no entendíamos nada y se oía fatal. Hasta que Elena se compró una grabadora nueva y se nos abrió el cielo.

El segundo proyecto se llama COOL y está estudiando, mediante la opinión de los diferentes actores sociales en España (administraciones, ONGs, asociaciones de empresarios, de propietarios, etc), cómo se encuentra el sector de la biomasa en estos momentos y qué opinan sobre las políticas europeas al respecto.

Estos proyectos también se están llevando a cabo, mediante entrevistas, en otros países europeos. Y cuando estén todos los datos, se harán comparativas, para ver las diferencias entre países.
Pero hasta 2014 no puedo contar más. Mi cláusula de confidencialidad con respecto a las entrevistas transcritas no me lo permite.

Sí puedo deciros que llevamos hechas 18 transcripciones en total y que estamos aprendiendo mucho del sector forestal catalán.