domingo, 31 de agosto de 2014

La semana de las rutas interpretativas

Nos gusta caminar sin prisa.
El lunes, por la Huerta de Alboraya.
El miércoles, por el Clot de la Mare de Déu de Burriana.
El viernes, por Paterna.
El domingo, por el yacimiento íbero del Puntal dels Llops.
Cuatro rutas interpretativas con sus semejanzas y sus diferencias.
Horta Viva ha sabido conjugar maravillosamente 4 elementos que nos parecen imprescindibles: sencillez en las explicaciones, mostrar elementos visuales, incluir una parte práctica en la ruta para hacer con las manos y ofrecer algo al cliente. Recorrimos poco tramo de huerta, viendo el cultivo de la chufa y explicando sus peculiaridades, nos comimos una horchata con fartons, vimos un secadero de chufas e hicimos horchata con nuestras propias manos.
Itinerantur rebosa entusiasmo por los cuatro costados. Nos mostraron el Clot de la Mare de Déu desde el punto de vista natural, ambiental, cultural... todas sus vertientes. Conocimos especies de flora y fauna autóctonas y alóctonas, descubrimos por qué el agua está llena de algas, quién hizo la Torre del mar y para qué y por qué el lugar tiene ese nombre. Después de las explicaciones, exhaustivas y amenas, dimos un paseo en barca. Y como despedida probamos una coca blasa de naranjas espectacular y un licor de mandarina que se me subió un poco a la cabeza.

Un taller de empleo del Ayuntamiento de Paterna nos ofreció una ruta teatralizada por algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad. El guía oficial nos presentó la torre musulmana, el sótano del castillo y el Museo de cerámica y varios personajes fueron apareciendo a lo largo del recorrido para contarnos algunos aspectos de la época en la que Jaume I conquistó Paterna, o mejor dicho, en la que Paterna entregó pacíficamente la llave de la ciudad. Las chicas del taller de empleo estaban algo nerviosas pero compensó sobradamente la manera tan correcta y amena de explicar del guía.
Con la ruta del Puntal dels Llops, Calderona Viva ha tratado de ir más allá y ofrecer interpretación del patrimonio a través de una historia, mediante las emociones. Para comprender algunos conceptos explicados se incluyen juegos. Para interiorizar algunos elementos, nos ayudan utilizando los sentidos. Para hacer con las manos, tenemos un pequeño taller, donde se hace un objeto que luego el público se lleva de regalo. Para entender la forma de vida de la época, te la muestran. Todo para que vivas una experiencia que nunca olvidarás.

domingo, 24 de agosto de 2014

Turismo astronómico

¿Alguna vez has visto la vía láctea? ¿Has mirado a través de un telescopio? ¿Sabes dónde está la estrella polar? ¿Qué es el triángulo de verano?

El cielo de la Puebla de San Miguel (Ademuz) es impresionante. Se ven tantas estrellas y tan brillantes que no sabemos distinguir unas de otras. ¿Cuál es Antares? Nos sorprende ver tan bien la Vía Láctea.

Cuentan que hace unos años hubo un apagón en una gran ciudad norteamericana. El cielo se quedó tan oscuro que se veía la Vía Láctea con extrema claridad. Y el teléfono de emergencias recibió miles de llamadas de ciudadanos alarmados preocupados por esa  mancha en el cielo, que nunca habían visto.

En Valencia también podría pasar. Con la excesiva iluminación de nuestras ciudades nos estamos perdiendo un espectáculo de luces que sucede todas los días en el cielo nocturno.
Si enfocas a Saturno con el telescopio, ves su anillo a la perfección, tan bien que parece que lo que mires sea una diapositiva...

Pero algunos ya han sabido aprovechar este espectáculo y ofrecen turismo astronómico, con un cielo oscuro, un telescopio y paciencia para observar estas maravillas naturales. Como por ejemplo en la Sierra Sur de Jaén, que ha sido declarado como destino turístico Starlight: "lugares visitables para la contemplación de estrellas que están protegidos de la contaminación lumínica, haciéndoles aptos para acoger iniciativas turísticas relacionadas con la contemplación del cielo como parte esencial de la Naturaleza".

Aunque la astronomía no son únicamente los astros. Porque las estrellas nos cuentan las leyendas de nuestros antepasados griegos y romanos. Una buena historia sobre Perseo y Andrómeda, bien contada, puede dejar a padres e hijos ensimismados.

Así que ya sabéis, para disfrutar de las estrellas, escoged un lugar elevado y sin luz y buscaros un buen guía astronómico que sepa contar las historias y enganche a vuestros hijos. Si no, corréis el peligro de que los niños, cansados de esperar a que pase algo interesante, se pasen la jornada preguntando cuántas estrellas quedan por ver.

jueves, 7 de agosto de 2014

Escuchando los sonidos de la Calderona

Nos despiertan los ladridos de los perros encerrados en sus jaulas impuestas. ¿Qué nos querrán decir? Estarán saludando, quejándose de su suerte o simplemente charlando unos con otros, como si no hubiera otra hora para mantener una conversación perruna que las 5 de la mañana.
Si estás atento y pones el oído, por debajo de la escandalosa jauría, se puede oír un gallo lejano que anuncia el amanecer, o que tiene hambre, quién sabe, porque los gallos cantan a todas horas.
Allá a las 7 empiezan a cantar las tórtolas, ese sonido odioso, como un taladro matutino, o sus alas, una puerta oxidada, que me recuerdan a mi estancia en Mislata. ¿Por qué habrá tantas tórtolas turcas? Es un misterio...
Fuente: SEO/BirdLife
Oigo un ruido desconocido, como de risa malaje de animal grande. Cojo los prismáticos y tras un rato de incertidumbre, descubro que es una ardilla, mordisqueando una piña y recorriendo las ramas a paso ligero y energía desbordante.
Y ya amanecido el día pueden visitarnos infinidad de mirlos, que van y vienen por los pinos carrascos y los jardines verdes de los alrededores. El mirlo, negro como el tizón y con un pico naranja de zanahoria, tiene un canto precioso, melodioso, hermoso, goloso...
Fuente: SEO/BirdLife
Es muy común escuchar durante el día a un amiguito cantante contento por el verano, que exclama sin cesar: tot estiu, tot estiu.
Fuente: SEO/BirdLife
A mediodía el calor consigue un silencio extraño, inquietante, que invita a una siesta a la sombra.
Por la tarde te puede sorprender el pájaro de oro, la oropéndola, volando por los pinos del barranco y por qué no, buscando un poco de agua para dar un largo trago, que la Calderona está muy seca y el verano es caluroso.
Fuente: SEO/BirdLife
Al atardecer nos sobrevuelan las golondrinas, esos aviones naturales tan elegantes, con su traje azul metálico y su cola de frac. Tienen un sonido inconfundible, que todos habéis oído pero que seguro no reconoceríais, porque oímos muchos sonidos que no escuchamos.
Fuente: SEO/BirdLife
Llega la noche y con ella el misterioso cárabo, un búho chiquitín con ojos negros, que nos acompaña con su canto especial. Intentamos verlo, lo buscamos por el barranco, por los árboles... pero es imposible, se esconde tan bien que sólo podemos reconocer su presencia por su voz.
Fuente: SEO/BirdLife
Es la hora de irse a dormir. La Calderona está en silencio, pero no todos los animales duermen. Si escuchas podrás oírlos. ¿Te paras a escuchar?